Mitos del sistema fiscal español JFV-. ¿Cómo funcionan los estados federales?- JVF Vs PLU-
Mito I:
Como las grandes empresas liquidan el IVA en Madrid, independientemente de dónde se hayan realizado las ventas, la Comunidad de Madrid recibe una cantidad desproporcionada de la recaudación del IVA, mientras que el resto de las comunidades autónomas recibe demasiado poco. Realidad: Las comunidades autónomas reciben “el 50% del rendimiento del Impuesto sobre el Valor Añadido producido en su territorio. Se considera producido en el territorio de una Comunidad Autónoma el rendimiento cedido del Impuesto sobre el Valor Añadido que corresponda al consumo en dicha Comunidad Autónoma, según el índice de consumo territorial certificado por el Instituto Nacional de Estadística y elaborado a efectos de la asignación del Impuesto sobre el Valor Añadido por Comunidades Autónomas.”
Fuente: sede.agenciatributaria.gob.es/Sede/ayuda/man
Es decir, si uno pone gasolina en una gasolinera de Repsol en Vigo y paga IVA, Repsol liquida ese IVA ante la delegación especial de la Agencia Tributaria en Madrid. Sin embargo, el 50% correspondiente del IVA pagado en Vigo lo recibe la Xunta de Galicia. La Comunidad de Madrid no ve ni un céntimo de ese IVA. Por eficiencia administrativa, la imputación se realiza de forma agregada (por el consumo total de gasolina en Galicia, no consumidor a consumidor), pero el resultado final es equivalente. Y el valor añadido de la gasolinera en Vigo es PIB de Galicia, no de Madrid. El PIB se asigna a la comunidad donde se produce la actividad económica efectiva, NO donde está la sede social de la empresa. Hay elementos del sistema fiscal español que pueden estar mal diseñados. Pero el reparto del IVA (y la contabilidad del PIB) entre las comunidades autónomas del régimen común está bien pensado. Como siempre, el caso del País Vasco y de Navarra es distinto. Ejemplo de un político propagando este mito: “Madrid acapara o 37% do imposto de sociedades pero o IVE págase todo en Madrid, iso é un disparate.” oferrado.gal/xmb
Que@xmBEIRASes especialmente grave pues fue catedrático de estructura económica y esto se lo tenía que saber.
https://x.com/JesusFerna7026/status/1920413323591401888
Las directivas no coinciden con qué impuestos se regulan en Estado/PV. Por ejemplo, el Complementario al IS viene de directiva, pero es normativa autónoma; OS o ambientales no vienen pero es normativa estatal.
El 50 % de la recaudación del IVA se lo queda el Estado para sus gastos: déficit de pensiones, pago de intereses de la deuda (estas son las dos partidas de gasto más importantes), etc. Recordemos que, entre esos gastos, se incluyen también los fondos adicionales de financiación autonómica (como el fondo de suficiencia de servicios públicos), por lo que Galicia, en mi ejemplo, termina, en la práctica, recibiendo también parte de ese 50 %. El 50 % restante se transfiere a la comunidad autónoma donde se realizó el consumo; en mi ejemplo, Galicia.
Elegí Galicia a propósito por ser una comunidad que recibe transferencias fiscales del resto de España (lo que me parece muy bien, para que quede claro). Pero argumentar, como hace Beiras, que Galicia estaría mejor financiada con un cupo es no saber nada de contabilidad pública.
La mitad del IVA va a la Xunta de Galicia. Madrid no recibe ni un céntimo, por mucho que Repsol tenga su sede fiscal allí. Dónde esta la sede de la empresa y donde liquida el IVA es IRRELEVANTE.
El 50 % se lo queda el Estado. El IVA se reparte: 50 % a la comunidad autónoma donde se produjo el consumo y 50 % al Estado, no a la Comunidad de Madrid. Ese 50 % del Estado se emplea, por ejemplo, para pagar el déficit de pensiones de Galicia (y del resto de España) o los intereses de la deuda.
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La factura del cupo catalán. Mito II:
Como las grandes empresas liquidan el Impuesto de Sociedades en Madrid, independientemente de dónde se haya generado el beneficio que grava este impuesto, la Comunidad de Madrid recibe una financiación extraordinaria que no tienen otras comunidades. Realidad: El Impuesto de Sociedades es 100 % estatal. Es decir, la recaudación del impuesto va íntegra al Estado y no se reparte con las comunidades autónomas. La recaudación del Impuesto de Sociedades tampoco importa para el cálculo de la financiación autonómica, ni de manera directa ni indirecta. Es decir, si una gran empresa empieza a pagar su Impuesto de Sociedades en Madrid en vez de en Zaragoza, ni la financiación autonómica de Madrid ni la de Aragón cambian en un solo céntimo. Y como explicaba ayer, el PIB de Madrid tampoco depende de dónde la empresa paga el Impuesto de Sociedades. El PIB se imputa a donde se realiza la actividad económica efectiva. Tanto el Impuesto de Sociedades como el cálculo del PIB están bien diseñados.
Si usted lee a algún “experto” o político decir que la Comunidad de Madrid recibe recursos adicionales en su financiación derivados del domicilio fiscal de las empresas, ya que es en Madrid donde se pagan estas empresas sus impuestos, inmediatamente ponga a este “experto” en la pila de la gente que no sabe de lo que habla, y al político en el conjunto de los que mienten.
Mito III:
Como muchos de los contribuyentes de altos ingresos en España pagan su IRPF en Madrid (funcionarios de alto nivel del Estado central, los directivos de empresas del IBEX), la Comunidad de Madrid recibe una cantidad desproporcionada de la recaudación del IRPF, mientras que el resto de las comunidades autónomas recibe demasiado poco. Realidad: No, para el sistema de financiación autonómica no importa en absoluto que en Madrid se pague más IRPF por persona que en otras comunidades autónomas por tener más altos (o bajos) funcionarios o directivos (o empleados rasos) de las empresas del IBEX. El sistema de financiación autonómico ordinario de régimen común funciona así:
1. Se determina lo que cuesta prestar los servicios públicos por persona en una comunidad autónoma. Este es el coste común para todas las comunidades, pero corregido por dos factores.
Primero, que comunidades como Cataluña tienen más competencias transferidas que otras (por ejemplo, seguridad ciudadana).
Segundo, se consideran elementos como la dispersión de la población (a más dispersión, más coste de prestación del servicio) o el envejecimiento (a más mayores, más gasto sanitario) por medio de unas fórmulas matemáticas predeterminadas. Pongamos que nos sale que en Madrid cuesta 100 euros por persona y en Galicia 110 euros por persona (porque Galicia tiene una población más dispersa y envejecida). Esta será la financiación autonómica total (100 en Madrid y 110 en Galicia).
2. A esos 100 euros de Madrid se le restan los ingresos tributarios generados en Madrid (no liquidados en la Delegación Especial, como he explicado en mis posts anteriores): primero el IVA e impuestos especiales, pongamos 40 euros por persona; luego, el IRPF del tramo autonómico normativo, es decir, el que habría recaudado Madrid sin haber modificado los tipos impositivos. Supongamos que esto sean 42 euros (en realidad, al haber bajado sus tipos, Madrid solo recibe pagos de 38 euros; pero los 4 euros de rebaja se le descuentan igualmente, de forma que Madrid asume por completo el coste de su política fiscal). Luego se restan otros impuestos menores transferidos (sucesiones, transmisiones, etc.), pongamos 2 euros por persona. Total: 100 euros menos 40 (IVA y especiales), 42 (IRPF normativo) y 2 (otros impuestos) = 16 euros. Madrid recibe 16 euros de los fondos autonómicos financiados por el Estado. Financiación total: 100 euros.
3. A los 110 euros de Galicia se le restan los tributos generados en Galicia: IVA y especiales (34 euros), IRPF normativo (25 euros, porque en Galicia no hay muchas empresas grandes del IBEX), y otros impuestos (1 euro). Total: 110 menos 34, 25 y 1 = 50 euros. Galicia recibe 50 euros de los fondos autonómicos. Financiación total de Galicia: 110 euros.
4. ¿Qué ocurriría si una empresa del IBEX se traslada a Madrid y el IRPF normativo de Madrid sube de 42 a 46 euros por persona? El coste total de financiación (100 euros) no cambia, pues este no depende ni del número de empresas en Madrid ni de la recaudación del IRPF. Por tanto, los fondos autonómicos solo transfieren 100 – 46 – 40 – 2 = 12 euros, en vez de los 16 anteriores. Financiación total: 100 euros, exactamente igual que antes que llegase la nueva empresa del IBEX. De esta manera, el hecho de que el IRPF en Madrid sea más alto por los funcionarios adicionales o los empleados de empresas del IBEX no tiene ningún efecto sobre la financiación autonómica.
Y por eso Madrid recibe menos financiación autonómica total que Galicia (624 euros menos por persona, que no es poca cosa) aunque haya muchas más empresas del IBEX en Madrid que en Galicia y muchos más empleados públicos estatales. Como Madrid recauda más en IRPF, Madrid recibe muchísimos menos fondos autonómicos complementarios que Galicia.
Es algo que se debería saber, pero que casi nadie entiende en España.
Mito IV:
El sistema de concierto vasco es igual/semejante/parecido a los sistemas federales de Estados Unidos, Alemania, Suiza y otros países. Realidad: El sistema de concierto vasco es único en el mundo y no se parece prácticamente en nada a lo que existe en Estados Unidos, Alemania, Suiza y otros países con estructuras federales.
La afirmación no es mía, es de Pedro Luis Uriarte (@ElConciertoPLUS), que lo denomina como: “UN MODELO ÚNICO EN EL MUNDO”
El problema de Cataluña es de gasto, no de infrafinanciación. Insistimos mucho en ello, porque en España se habla casi exclusivamente de financiación y muy poco del gasto.
Para demostrarlo, hacemos un ejercicio muy sencillo. Acudimos a la liquidación de los presupuestos de las comunidades autónomas: rviciostelematicosext.hacienda.gob.es/SGCIEF/Publica y tomamos los datos de 2022 (los últimos definitivos).
En una hoja de Excel, reproducida en este post, recogemos los presupuestos liquidados de Madrid y Cataluña. Para hacerlos comparables, añadimos una nueva columna, Madrid (Pob. Ajustada), en la que incrementamos el gasto de Madrid según la razón de población entre Cataluña y Madrid. Así, el gasto real de Madrid (28.142 millones de euros) se convierte en un gasto ajustado de 32.392 millones. A partir de ahí, Madrid será siempre Madrid (Pob. Ajustada). ¿Qué observamos? Que mientras Madrid gasta 32.392 millones de euros, Cataluña gasta 47.156 millones. Es decir, 14.764 millones más. No hablamos de unos pocos millones, sino de una diferencia enorme. ¿De dónde viene esa diferencia?
El primer elemento es Seguridad Ciudadana e Instituciones Penitenciarias: Cataluña tiene estas competencias transferidas y Madrid no. Aquí se van 1.938 millones de euros. Podríamos discutir si toda esta diferencia está justificada (dadas las diferencias salariales entre cuerpos autonómicos y estatales), pero por simplificar, asumamos que sí.
El segundo elemento son los intereses de la deuda: Cataluña gasta 7.424 millones de euros más que Madrid, a pesar de tener acceso a financiación estatal. Estos intereses son la consecuencia directa de décadas de gasto excesivo. Y esa factura, tarde o temprano, se paga. Pero la diferencia no acaba ahí. Cataluña gasta casi 3.000 millones de euros más que Madrid en educación, sanidad y cultura, con resultados muy pobres (especialmente en educación). ¿Es eso infrafinanciación o gasto excesivo y mal gestionado? ¿Y los 913 millones más en servicios sociales? ¿Es eso infrafinanciación o gasto excesivo y mal gestionado?
Algunos capítulos no son cuantitativamente tan grandes, pero lo dicen todo del problema presupuestario de Cataluña. Madrid gasta menos de cuatro millones de euros en política exterior. Cataluña, 72,5 millones. ¿Infrafinanciación o derroche? En alta dirección, Madrid gasta 58 millones. Cataluña, 237. ¿Otra vez infrafinanciación o gasto sobredimensionado y mal gestionado? La llamada “financiación singular” busca resolver este problema de gasto excesivo simplemente aumentando los ingresos. Pero lo paradójico es que no lo resolverá. Cataluña seguirá gastando más, y el resultado será una administración pública más grande, más ineficiente y más derrochadora. Y los ciudadanos no vivirán mejor. Poner más dinero en lo que no funciona rara vez soluciona nada.
Según los datos del INE para 2022, Cataluña tenía una población de 7.761.823 habitantes y la Comunidad de Madrid de 6.743.254. Es decir, la población de Cataluña era un 15,1 % superior a la de Madrid.
Para hacer una comparación razonable del gasto entre ambas comunidades, incrementamos el gasto de la Comunidad de Madrid en ese mismo 15,1 %. Esta decisión, en realidad, es generosa con Cataluña, ya que en la gestión del gasto público suelen existir economías de escala: no se necesita aumentar el gasto en la misma proporción que crece la población, sino algo menos (por ejemplo, sigue habiendo un presidente de la comunidad autónoma, no 1.151 presidentes).
https://serviciostelematicosext.hacienda.gob.es/SGCIEF/PublicacionLiquidaciones/aspx/menuInicio.aspx
Sobre financiación:
https://x.com/JesusFerna7026/status/1924184266201596075
Datos oficiales del Ministerio de Hacienda: Cataluña recibe 3.822 euros por habitante, Madrid 3.104. No, no hay infrafinanciación alguna. Sobre infraestructuras:
https://x.com/JesusFerna7026/status/1925169429924450522
Es un problema de NIMBYs. Solo hay que ver que la inversión privada tampoco se ejecuta:
Las balanzas fiscales son algo muy distinto: intentan medir (normalmente con escasa fortuna) lo que un territorio paga en impuestos menos lo que recibe en gasto público directo e indirecto a todos los niveles (estatal, Seguridad Social, autonómico y local). En el caso de Cataluña, en el libro documentamos que el saldo es de algo menos de 7.800 millones de euros anuales, es decir, algo por debajo del 3 % de su PIB. Una cifra perfectamente razonable en un país con un estado del bienestar que redistribuye de personas ricas a personas pobres (salvo en el caso del País Vasco y Navarra, que siendo regiones ricas reciben transferencias fiscales del resto de España). En otros estados descentralizados, como Alemania o Estados Unidos, las transferencias desde los territorios más ricos (Baviera, California) hacia el resto son superiores a ese 3 %. Está muy bien que alguien quiera reducir esas transferencias del 3% al 0%. Pero entonces hay que ser honesto y decir que uno está en contra de la redistribución, no que Cataluña esté infrafinanciada. Por eso siempre he pensado que Aliança Catalana es mucho más honesta que ERC o Catalunya en Comú. Ellos dicen la verdad: "no queremos redistribuir". ERC o Catalunya en Comú no.
Usamos los últimos datos consolidados disponibles (2022), pero los resultados de años anteriores y, con toda probabilidad, los de los años siguientes, muestran el mismo patrón. ¿Alguien me puede explicar por qué es justo que Andalucía reciba 3.141 euros por habitante para financiarse, pero el País Vasco tenga 6.614?
- https://www.eleconomista.es/energia/noticias/13309684/04/25/cataluna-y-el-reto-de-agilizar-las-energias-renovables-bajo-la-premisa-del-dialogo-y-consenso-social.html
- https://x.com/ElConciertoPLUS/status/1930174595446735049
Jesús Fernández-Villaverde: "El nivel de inmigración que tenemos en España es insostenible y económicamente muy mal negocio"
Investigador y docente en universidades como Princeton, Columbia, Yale, Oxford o Pensilvania, este doctor en Economía sostiene que la política actual somete a los ciudadanos a una confrontación de suma cero que tapa los verdaderos problemas
- En su nuevo libro ‘La factura del cupo catalán’, escrito junto a Francisco de la Torre, sitúa el origen de este problema de equidad fiscal en los cupos vasco y navarro. ¿Por qué?
- Las diferencias entre las 15 comunidades autónomas del régimen común y el País Vasco y Navarra no son de unos pocos cientos de euros por persona: estamos hablando de 3.000 euros por persona. Son diferencias muy relevantes.
- ¿Y esto en qué se traduce?
- Quiere decir que los ciudadanos vascos y navarros tienen mejores servicios sociales, mejor sanidad y mejor educación que el resto de los españoles. Si solo esto fuera así estaría ya mal... pero la realidad es aún peor.
En un acto celebrado en la Fundación Rafael del Pino, Jesús Fernández Villaverde presentó junto a Francisco de la Torre su último libro, La factura del cupo catalán. Durante su intervención, el destacado economista español afincado en Estados Unidos desgranó los fundamentos técnicos y políticos del actual sistema de financiación autonómica, y alertó del riesgo de romper su lógica a través del tipo de concesiones particulares como las que plantea el pacto entre el gobierno del PSOE, el PSC y ERC.
Inspirándose en el clásico pensamiento de Joseph Schumpeter, Fernández Villaverde recordó que "el Estado moderno es, ante todo, un Estado fiscal. Por tanto, cambiar la arquitectura fiscal de un país no es, por tanto, una cuestión menor. Si uno cambia el sistema fiscal, cambia el Estado. Y eso no se puede hacer deprisa y corriendo, solamente para investir a un presidente autonómico", advirtió.
Villaverde: "Tener 40 años en España es muy malo, me sorprende el poco malestar que hay"
España es un país de desigualdades económicas que el autor ha analizado durante toda su carrera. Su último libro se centra en las implicaciones del acuerdo entre el PSC y ERC para crear un cupo catalán
Jesús Fernández-Villaverde es uno de los economistas españoles con mayor trayectoria profesional. Imposible condensarla en unas frases. Catedrático de economía y profesor en la Universidad de Pensilvania, acaba de publicar, con Francisco de la Torre, La factura del cupo catalán. Privilegios territoriales frente a ciudadanía. Los autores desgranan las implicaciones del pacto entre el PSC y ERC y llegan a la conclusión de que este sistema sería malo para España, pero también para Cataluña. Defienden que la idea de federalizar España es un eufemismo para ocultar que esta propuesta avanza hacia una confederación asimétrica con regiones de primera y de segunda dentro del país. En España ya existe una situación así con los regímenes forales del País Vasco y Navarra y es el gran objetivo que tiene ahora Cataluña.Además de la financiación autonómica, España se enfrenta a un gran reto con el sostenimiento de las finanzas públicas y las tensiones de gasto que está soportando por el envejecimiento. Fernández-Villaverde ha publicado numerosos artículos al respecto. En esta entrevista, defiende que la generación del baby boom se ha autoconvencido de que merece las pensiones que está cobrando, aunque esto sea una losa para las generaciones más jóvenes.
RESPUESTA. Por supuesto, el que vive en el País Vasco y Navarra, no sólo no contribuye ni un euro a la caja común, sino que además recibe transferencias de la caja común. Aproximadamente, el País Vasco está recibiendo 5.000 millones de euros del resto de España por no estar en el sistema del Régimen Común. La otra comunidad que no está es Navarra. Esto significa que el País Vasco tiene unos 6.700 € anuales por habitante para gastar en Educación, Sanidad y prestaciones sociales, mientras que la media nacional es de 3.400 euros por habitante. Es un privilegio territorial absolutamente injustificable.
P. ¿Hay otros países con estas diferencias?
R. La respuesta básicamente es no, con algunos matices. Lo primero y lo más importante, el sistema de cupo, donde una región rica es receptora neta de las más pobres, no existe en ningún país del mundo. De hecho, son los nacionalistas vascos los primeros que presumen que su sistema es único en el mundo. Hay que distinguir que hay básicamente dos tipos de federalismo. En el primero, al que vamos a llamar federalismo puro, los servicios estatales dependen de la cantidad de impuestos que se recauden localmente.
El segundo es el federalismo cooperativo donde se reparte la renta entre estados. El ejemplo paradigmático es Alemania, donde los impuestos básicos (IRPF, sociedades e IVA) son federales y se paga el mismo tipo impositivo en todo el país. Con esta redistribución se busca que los servicios públicos esenciales sean similares en todos los Estados. Y esto genera una redistribución fiscal tremenda, más grande que la que hay en España. El sistema federal puro americano tiene como ventaja que genera muchos incentivos individuales a intentar hacerlo lo mejor posible, pero también provoca desigualdades. Por su parte, el federalismo cooperativo genera una ecualización de los servicios públicos, pero genera problemas de incentivos.
Un ejemplo que a mí me gusta mucho emplear es si de repente una persona gana 1 millón de euros más. En California, esta persona tiene que pagar el impuesto federal de la renta, con un marginal del 39% y otro 13% estatal (imaginemos que está en el tramo marginal más alto). Si viviésemos, por ejemplo, en Múnich, habría que pagar el tipo marginal de Alemania, que está en el entorno del 45%. Esos 450.000 euros se van a redistribuir entre Baviera y el resto de los estados. Pero si esto pasa en Bilbao, todo el dinero se queda en el País Vasco y no se redistribuye nada.
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P. Las comunidades forales cada vez tienen un saldo positivo más abultado porque ahora el Estado está pagando las pensiones con impuestos.
R. Efectivamente, ese es el problema. El sistema de pensiones está en déficit y hay que cubrir con impuestos generales, pero el País Vasco y Navarra no contribuyen. Y no solo eso, sino que además, los diputados de estas comunidades votan por subir las pensiones en el Congreso. Es una situación surrealista ¿Cuánto paga el País Vasco la subida de las pensiones? ¡Cero, nada! Y lo peor de todo es que, cuando se empezó a pagar el déficit de las pensiones contributivas de esta manera se decidió hacer un sistema injusto adrede. Montoro [ex ministro de Hacienda en los gobiernos de Mariano Rajoy] lo entendía perfectamente. Esto se ha basado en el poder enorme del PNV al tener diputados pivotales en el Congreso de los Diputados.
P. Cataluña se ha comparado con el País Vasco y se ha dado cuenta de que no tiene este trato privilegiado. ¿Es cierto que está infrafinanciada?
R. En comparación con el País Vasco y Navarra, claro que Cataluña está infrafinanciada, lo mismo que ocurre con el resto de comunidades. Pero si miramos sólo las comunidades del Régimen Común, no hay ninguna forma de ver que Cataluña esté infrafinanciada respecto a la media. Podemos discutir si debería recibir 500 millones de euros más o menos, pero en términos generales, Cataluña recibe 3.800 euros de financiación por habitante y la media nacional es de 3.400 euros. Es verdad que Cataluña tiene los Mossos d'Esquadra y las prisiones, que hacen que necesite unos 200 euros más por persona.
"No hay ninguna forma de ver que Cataluña esté infrafinanciada respecto a la media"
Un cálculo que hacemos en el libro es: si Madrid tiene seis y pico millones de habitantes y Cataluña tiene siete, cogemos cada gasto de Madrid y lo multiplicamos por la razón entre siete sobre seis para que quede exactamente. El resultado es que con la población de Cataluña, Madrid se gastaría 32.000 millones al año y Cataluña se gasta 47.000 millones. No es que Cataluña esté infrafinanciada, es que se gasta 15.000 millones más cada año. Y se lo gasta en cosas que son sensatas, como tener mejor educación. A mí me parece muy bien, pero si una comunidad gasta más en Educación, que se lo pague ella. Pues muy bien. Si a todos nos gusta tener mejor educación pública, pero te la tienes que pagar tú. Y si lo que quieren los catalanes es que, por ser más ricos, quieren una Educación y Sanidad mejor que en Extremadura, que lo digan: "Soy más rico que los extremeños y me merezco tener mejor Sanidad y mejor Educación".
P. ¿Detrás de este nacionalismo fiscal hay falta de solidaridad?
R. Por supuesto. El problema del argumento de la falta de solidaridad es que un catalán puede decir: yo no considero que los extremeños sean mi nación, entonces ¿por qué tengo que redistribuir mi renta? Ante eso, como economista, no puedo decir nada. Es una posición propia y perfectamente legítima. Pero que lo digan abiertamente. Y, en ese caso, vayamos a preguntarle al Partido Socialista Obrero Español o al Partido Comunista de España, por qué les parece fenomenal que un extremeño tenga peor Sanidad. En ese sentido, me parece más honesto Aliança Catalana que los Comuns.
P. Uno de los argumentos de los independentistas es que llevan 40 años redistribuyendo hacia comunidades en las que hay ineficiencias y que no han conseguido completar la convergencia en términos de PIB per cápita.
R. Es un argumento que comparto un poco. Creo que el sistema tendría que reorientarse un poquito a dar más incentivos a los territorios. Si una CCAA no es capaz de converger, tiene que asumir participar de esta pérdida. Pero esto se puede corregir sin necesidad de volatilizar el sistema. Por ejemplo, si me dice: Asturias tiene que empezar a pagar las consecuencias de su nefasta política económica. Pues sí, es verdad. Se puede mejorar el sistema, pero lo importante es que es sensato.
P. ¿Cómo ve la competencia fiscal a la baja entre comunidades autónomas?
R. Aquí hay dos maneras de pensar sobre este tema de una manera y hay días que cambio de idea de la noche a la mañana. Hay algunas veces que me levanto por la mañana y digo "esto de la competencia fiscal solo genera problemas y resentimiento, vamos al sistema alemán en el que el IRPF es igual para todos". Esto permitiría ver a la gente que la razón por la que Madrid está creciendo no tiene nada que ver con que el IRPF sea un poco más bajo. Pero, por la tarde me digo bueno, entonces, ¿cómo generas incentivos a que las comunidades tengan buenos comportamientos económicos? No sé cómo hacer la cuadratura del círculo. Pero me niego en rotundo a emplear la expresión "dumping fiscal". Las diferencias de impuestos entre Ginebra y Zurich son muchísimo más grandes que las que existen entre Madrid y Barcelona y a nadie en Suiza se le ocurre decir que su hija está haciendo dumping fiscal.
P. ¿Qué opina de la descentralización de España?
R. Soy relativamente favorable a la descentralización y creo que un grado de descentralización alto es positivo para España. Pero creo que en España hemos llegado ya a un nivel de descentralización donde pasos adicionales empiezan a ser negativos. Piensa esto como una especie de curva de Laffer, pero de nivel de descentralización. Al principio, te vas haciendo mejor por la descentralización, por ejemplo, gestionar la Sanidad a nivel estatal sería un caos. Pero este proceso tiene un punto máximo de la curva y después empiezas a ir hacia abajo. Yo creo que ya estamos yendo hacia abajo, creando más problemas de fragmentación del mercado interno y dejando al Estado sin margen de maniobra. Después de pagar las pensiones, las transferencias a las comunidades autónomas y los intereses de la deuda, al Estado apenas le quedan 50.000 millones para todos los demás gastos.
"Cierto grado de descentralización alto es positivo para España"
P. Por ejemplo, no tiene capacidad para invertir.
R. Lo vimos en la dana o con el apagón. Simplemente no hay capacidad de reacción porque te has quedado sin ella. Ahora mismo, sólo uno de cada seis empleados públicos en España trabaja para el Estado. Y de estos, la mitad son policías y militares.
P. En España también hay mucha desigualdad dentro de los territorios, sobre todo en lo que respecta a la pobreza infantil.
R. Es horroroso. Mi anécdota favorita es de un amigo mío que estuvo en política. Y me decía: "Jesús, si yo doy una entrevista y hablo de la educación y de la necesidad de invertir en educación infantil, no tengo ninguna repercusión. Pero si hablo de las pensiones, me llegan un centenar de correos y mensajes". Nos guste o no, el votante mediano en España es mayor. Y lo que es más triste, se han autoconvencido de que se lo merecen por ser la generación que ha sacado a España de la posguerra. Eso no es verdad. Ahora mismo se están jubilando personas que nacieron en 1961, que fueron a la universidad en el 78 y que empezaron a trabajar en el 83 como pronto. Es una generación que lo tuvo todo a su favor. Con la llegada de multinacionales, España creció mucho y esos jóvenes consiguieron acceder a puestos de responsabilidad muy pronto. Quienes estudiaron Ciencias Empresariales y entraron en una consultora de las que acababan de abrir en España, en cuatro días les hicieron socios. Han tenido 40 años fantásticos y han acumulado mucha riqueza patrimonial. Y cuando les dicen que España no se puede permitir pagar la pensión máxima actual, se indignan porque se lo merecen por sacar a España de la posguerra.
España, el cuarto país más descentralizado del mundo
El economista y catedrático de la Universidad de Pensilvania desde 2007 subrayó que "España es uno de los países más descentralizados del planeta. De hecho, ocupa el cuarto lugar en el índice de autoridad regional, solo por detrás de Alemania, Bosnia-Herzegovina y la India. A diferencia de lo que suele creerse, España está más descentralizada que países explícitamente federales como Estados Unidos o Canadá". Los datos lo confirman: "de cada 100 euros que gasta el sector público en España, 32,5 van a pensiones, 32 a comunidades autónomas, 24 a la Administración central y 11,5 a corporaciones locales".
En cuanto al empleo público, de los tres millones de empleados, solo medio millón trabajan para el Estado central, la mitad de ellos en fuerzas de seguridad y defensa, mientras que casi dos millones están a las órdenes de las autonomías. Así, si uno se cruza con un funcionario, lo más probable es que trabaje para una comunidad autónoma". Esto se debe a que las comunidades gestionan las tres grandes patas del Estado del Bienestar: sanidad, educación y prestaciones sociales. "Hablar de financiación autonómica es, por tanto, hablar del núcleo del Estado del Bienestar", afirmó.
¿Y cómo se financian los servicios autonómicos? Según Fernández Villaverde, "en España coexisten dos regímenes fiscales: el común, que agrupa a 15 comunidades, y el foral, reservado al País Vasco y Navarra. Las comunidades del régimen común reciben el 50% del IRPF recaudado en su territorio, otro 50% del IVA consumido localmente, y porcentajes similares en impuestos especiales como los de hidrocarburos. A esto se suman varios fondos de nivelación para compensar las desigualdades entre regiones. El sistema foral, sin embargo, funciona de manera radicalmente distinta: las diputaciones forales recaudan y gestionan todos los impuestos, y luego transfieren a Madrid una aportación (el cupo vasco o la aportación navarra) para cubrir su parte de los gastos comunes del Estado. El problema es que el cálculo de esa aportación es opaco y sistemáticamente favorable a los territorios forales".
En su opinión, "los números no engañan. Mientras que la financiación por habitante en el País Vasco es de 6.614 euros y en Navarra de 5.879, la media del régimen común es de 3.400. Cataluña recibe 3.800 euros por habitante y Madrid, 3.100. Andalucía, por ejemplo, se queda en 3.141 euros. ¿Por qué un andaluz recibe 3.141 euros para sanidad y educación mientras un vasco cuenta con 6.642?", se preguntó Fernández Villaverde. Esta diferencia se traduce asimismo en un mayor gasto: "Navarra gasta más de 7.800 euros por habitante, mientras que Andalucía apenas supera los 3.400".
Cataluña: un protoestado pagado con dinero ajeno
Una de las aportaciones más reveladoras del libro es la comparación detallada de los presupuestos de la Comunidad de Madrid y la Generalitat de Cataluña. Igualando las poblaciones y las estructuras de gasto, Madrid gastaría 32.000 millones al año, frente a los 47.000 millones que gasta Cataluña. ¿La razón? "Cataluña ha dedicado 40 años a construir una estructura más propia de un protoestado", explicó el autor.
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¿Tiene sentido que los 23 representantes del País Vasco y Navarra en el Congreso de los Diputados puedan votar los impuestos que se aplican en el territorio común pero no a ellos? ¿O los incrementos de pensiones contributivas que generan déficit del que ni el País Vasco ni Navarra se hacen cargo? El déficit de pensiones contributivas no está incluido en el cálculo del cupo/aportación, con lo cual los 23 diputados del País Vasco y Navarra pueden votar incrementos de pensiones para sus electores que ellos no pagan. Eso sí que es una bicoca. Recordemos que los 327 diputados que representan al territorio común no pueden alterar ni una coma de (a) los impuestos forales, (b) el cálculo del cupo o de la aportación, (c) los ajustes (que como son más importantes que el cupo o la aportación), ni (d) de la Ley 12/2002, de 23 de mayo por la que se aprueba el Concierto Económico con la Comunidad Autónoma del País Vasco de la Ley 28/1990, de 26 de diciembre, por la que se aprueba el Convenio Económico entre el Estado y la Comunidad Foral de Navarra ni de sus sucesivas actualizaciones, que son aprobadas en lectura única y sin enmiendas parciales. La Ley 12/2002 se aprobó cuando el PP tenía mayoría absoluta en el Congreso de los Diputados y la Ley 28/1990, cuando el PSOE tenía 175 diputados (tanto PP como PSOE han considerado que esta asimetría entre los 327 diputados de una parte y los 23 de la otra es legítima). ¿Qué sistema demencial es este? ¿Por qué el PSOE y el PP son y consienten con el mismo?
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Una cosa que he notado en las últimas semanas es que muchos confunden dos cosas diferentes:
1) Que la economía de Madrid sea más próspera por la presencia de la AGE (Administración General del Estado) o por la concentración de grandes empresas del IBEX.
2) Que la Comunidad de Madrid (una administración pública, a la que me referiré como CAM para evitar confusión) reciba más recursos por persona porque la AGE o las empresas del IBEX estén en Madrid.
La CAM recibe financiación básicamente para tres cosas:
1) Pagar la sanidad pública.
2) Pagar la educación pública.
3) Pagar servicios sociales como la dependencia y similares.
Todas las demás partidas de gasto de la CAM son muy menores (por cierto, lo mismo ocurre en el resto de comunidades autónomas, salvo en aquellas con competencias de seguridad transferidas).
El sistema está diseñado para que el dinero que recibe la CAM no dependa de la prosperidad de la economía madrileña. Esto es clave: que la economía de Madrid sea más rica no implica que la CAM reciba más dinero.
¿La prueba? La CAM recibe 3.105 euros por persona, mientras que la comunidad de régimen común promedio recibe 3.400 euros por persona.
¿Cree usted que 3.105 euros por persona es una cifra excesiva para financiar sanidad, educación y servicios sociales a quienes viven en la CAM cuando la media es 3.400?
Y si lo cree, ¿cuánto exactamente habría que recortar la financiación de la sanidad, la educación y los servicios sociales en Madrid? ¿cuánto de peor tiene que ser el tratamiento del que tenga la mala suerte de tener cancer de próstata en Getafe?
Podemos discutir, si quieren, otro día sobre si deberíamos diseñar políticas para evitar que la economía de Madrid aglomere una proporción excesiva de actividad. Yo mismo he insistido muchas veces en ello (mi corazón está en Oviedo, no en Madrid).
Pero eso no tiene nada que ver con el sistema de financiación autonómica.
Que el Museo del Prado o el Ministerio de Defensa estén en el Paseo de la Castellana no cambia ni en un céntimo de euro la financiación del Hospital Ramón y Cajal o del Instituto Bachillerato de Mirasierra.
Por algún motivo algo que debería ser obvio no se entiende.
Caso práctico del fraude del IVA (e impuestos especiales) en un sistema de cupo, que explicamos@JesusFerna7026y yo en "La factura del cupo catalán". Noticia de hoy en@TheObjective_es
El precio de abandonar el concepto de ciudadanía individual en favor de los intereses nacionalistas puede ser incalculable y va más allá de la economía. Se trata de una de las principales batallas de nuestro tiempo
El Partido de los Socialistas de Catalunya (PSC) y Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), con el beneplácito del PSOE de Pedro Sánchez y a cambio de la investidura de Salvador Illa, acordaron en 2024 impulsar un «sistema de financiación singular que avance hacia la plena soberanía fiscal». Este nuevo orden fiscal anunciado supone una amenaza existencial para el futuro bienestar de millones de ciudadanos en Cataluña y en el resto de España. Mientras tanto, la maquinaria burocrática ya está en marcha para transformar el Estado sin el más mínimo consenso, deprisa y motivado por intereses políticos coyunturales.
Lejos de «federalizar» España, este concierto económico supone un avance hacia la confederación asimétrica. Promete extender a Cataluña el modelo de la segunda y tercera regiones más ricas de España, País Vasco y Navarra, que no solo no contribuyen a la solidaridad con el resto de los territorios españoles, sino que reciben recursos fiscales de ellos, casi todos más pobres. La propuesta, además de insostenible, nos retrotrae a una concepción feudal de la política, donde los sujetos de derecho no son los ciudadanos, sino una multiplicidad de jurisdicciones construidas alrededor de argumentos historicistas de raíz carlista.
Frente a la tradicional paralización y dejadez de la oposición política, este libro analiza al detalle qué implica este desafío y propone reformas concretas para mejorar un sistema de financiación autonómico complejo y opaco.
En un acto celebrado en la Fundación Rafael del Pino, Jesús Fernández Villaverde presentó junto a Francisco de la Torre su último libro, La factura del cupo catalán. Durante su intervención, el destacado economista español afincado en Estados Unidos desgranó los fundamentos técnicos y políticos del actual sistema de financiación autonómica, y alertó del riesgo de romper su lógica a través del tipo de concesiones particulares como las que plantea el pacto entre el gobierno del PSOE, el PSC y ERC.
Inspirándose en el clásico pensamiento de Joseph Schumpeter, Fernández Villaverde recordó que "el Estado moderno es, ante todo, un Estado fiscal. Por tanto, cambiar la arquitectura fiscal de un país no es, por tanto, una cuestión menor. Si uno cambia el sistema fiscal, cambia el Estado. Y eso no se puede hacer deprisa y corriendo, solamente para investir a un presidente autonómico", advirtió.
España, el cuarto país más descentralizado del mundo
El economista y catedrático de la Universidad de Pensilvania desde 2007 subrayó que "España es uno de los países más descentralizados del planeta. De hecho, ocupa el cuarto lugar en el índice de autoridad regional, solo por detrás de Alemania, Bosnia-Herzegovina y la India. A diferencia de lo que suele creerse, España está más descentralizada que países explícitamente federales como Estados Unidos o Canadá". Los datos lo confirman: "de cada 100 euros que gasta el sector público en España, 32,5 van a pensiones, 32 a comunidades autónomas, 24 a la Administración central y 11,5 a corporaciones locales".
En cuanto al empleo público, de los tres millones de empleados, solo medio millón trabajan para el Estado central, la mitad de ellos en fuerzas de seguridad y defensa, mientras que casi dos millones están a las órdenes de las autonomías. Así, si uno se cruza con un funcionario, lo más probable es que trabaje para una comunidad autónoma". Esto se debe a que las comunidades gestionan las tres grandes patas del Estado del Bienestar: sanidad, educación y prestaciones sociales. "Hablar de financiación autonómica es, por tanto, hablar del núcleo del Estado del Bienestar", afirmó.
¿Y cómo se financian los servicios autonómicos? Según Fernández Villaverde, "en España coexisten dos regímenes fiscales: el común, que agrupa a 15 comunidades, y el foral, reservado al País Vasco y Navarra. Las comunidades del régimen común reciben el 50% del IRPF recaudado en su territorio, otro 50% del IVA consumido localmente, y porcentajes similares en impuestos especiales como los de hidrocarburos. A esto se suman varios fondos de nivelación para compensar las desigualdades entre regiones. El sistema foral, sin embargo, funciona de manera radicalmente distinta: las diputaciones forales recaudan y gestionan todos los impuestos, y luego transfieren a Madrid una aportación (el cupo vasco o la aportación navarra) para cubrir su parte de los gastos comunes del Estado. El problema es que el cálculo de esa aportación es opaco y sistemáticamente favorable a los territorios forales".
En su opinión, "los números no engañan. Mientras que la financiación por habitante en el País Vasco es de 6.614 euros y en Navarra de 5.879, la media del régimen común es de 3.400. Cataluña recibe 3.800 euros por habitante y Madrid, 3.100. Andalucía, por ejemplo, se queda en 3.141 euros. ¿Por qué un andaluz recibe 3.141 euros para sanidad y educación mientras un vasco cuenta con 6.642?", se preguntó Fernández Villaverde. Esta diferencia se traduce asimismo en un mayor gasto: "Navarra gasta más de 7.800 euros por habitante, mientras que Andalucía apenas supera los 3.400".
Cataluña: un protoestado pagado con dinero ajeno
Una de las aportaciones más reveladoras del libro es la comparación detallada de los presupuestos de la Comunidad de Madrid y la Generalitat de Cataluña. Igualando las poblaciones y las estructuras de gasto, Madrid gastaría 32.000 millones al año, frente a los 47.000 millones que gasta Cataluña. ¿La razón? "Cataluña ha dedicado 40 años a construir una estructura más propia de un protoestado", explicó el autor.
esús Fernández-Villaverde es uno de los economistas españoles con mayor trayectoria profesional. Imposible condensarla en unas frases. Catedrático de economía y profesor en la Universidad de Pensilvania, acaba de publicar, con Francisco de la Torre, La factura del cupo catalán. Privilegios territoriales frente a ciudadanía. Los autores desgranan las implicaciones del pacto entre el PSC y ERC y llegan a la conclusión de que este sistema sería malo para España, pero también para Cataluña. Defienden que la idea de federalizar España es un eufemismo para ocultar que esta propuesta avanza hacia una confederación asimétrica con regiones de primera y de segunda dentro del país. En España ya existe una situación así con los regímenes forales del País Vasco y Navarra y es el gran objetivo que tiene ahora Cataluña.
Además de la financiación autonómica, España se enfrenta a un gran reto con el sostenimiento de las finanzas públicas y las tensiones de gasto que está soportando por el envejecimiento. Fernández-Villaverde ha publicado numerosos artículos al respecto. En esta entrevista, defiende que la generación del baby boom se ha autoconvencido de que merece las pensiones que está cobrando, aunque esto sea una losa para las generaciones más jóvenes.
RESPUESTA. Por supuesto, el que vive en el País Vasco y Navarra, no sólo no contribuye ni un euro a la caja común, sino que además recibe transferencias de la caja común. Aproximadamente, el País Vasco está recibiendo 5.000 millones de euros del resto de España por no estar en el sistema del Régimen Común. La otra comunidad que no está es Navarra. Esto significa que el País Vasco tiene unos 6.700 € anuales por habitante para gastar en Educación, Sanidad y prestaciones sociales, mientras que la media nacional es de 3.400 euros por habitante. Es un privilegio territorial absolutamente injustificable.
P. ¿Hay otros países con estas diferencias?
R. La respuesta básicamente es no, con algunos matices. Lo primero y lo más importante, el sistema de cupo, donde una región rica es receptora neta de las más pobres, no existe en ningún país del mundo. De hecho, son los nacionalistas vascos los primeros que presumen que su sistema es único en el mundo. Hay que distinguir que hay básicamente dos tipos de federalismo. En el primero, al que vamos a llamar federalismo puro, los servicios estatales dependen de la cantidad de impuestos que se recauden localmente.
El segundo es el federalismo cooperativo donde se reparte la renta entre estados. El ejemplo paradigmático es Alemania, donde los impuestos básicos (IRPF, sociedades e IVA) son federales y se paga el mismo tipo impositivo en todo el país. Con esta redistribución se busca que los servicios públicos esenciales sean similares en todos los Estados. Y esto genera una redistribución fiscal tremenda, más grande que la que hay en España. El sistema federal puro americano tiene como ventaja que genera muchos incentivos individuales a intentar hacerlo lo mejor posible, pero también provoca desigualdades. Por su parte, el federalismo cooperativo genera una ecualización de los servicios públicos, pero genera problemas de incentivos.
Un ejemplo que a mí me gusta mucho emplear es si de repente una persona gana 1 millón de euros más. En California, esta persona tiene que pagar el impuesto federal de la renta, con un marginal del 39% y otro 13% estatal (imaginemos que está en el tramo marginal más alto). Si viviésemos, por ejemplo, en Múnich, habría que pagar el tipo marginal de Alemania, que está en el entorno del 45%. Esos 450.000 euros se van a redistribuir entre Baviera y el resto de los estados. Pero si esto pasa en Bilbao, todo el dinero se queda en el País Vasco y no se redistribuye nada.
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P. Las comunidades forales cada vez tienen un saldo positivo más abultado porque ahora el Estado está pagando las pensiones con impuestos.
R. Efectivamente, ese es el problema. El sistema de pensiones está en déficit y hay que cubrir con impuestos generales, pero el País Vasco y Navarra no contribuyen. Y no solo eso, sino que además, los diputados de estas comunidades votan por subir las pensiones en el Congreso. Es una situación surrealista ¿Cuánto paga el País Vasco la subida de las pensiones? ¡Cero, nada! Y lo peor de todo es que, cuando se empezó a pagar el déficit de las pensiones contributivas de esta manera se decidió hacer un sistema injusto adrede. Montoro [ex ministro de Hacienda en los gobiernos de Mariano Rajoy] lo entendía perfectamente. Esto se ha basado en el poder enorme del PNV al tener diputados pivotales en el Congreso de los Diputados.
P. Cataluña se ha comparado con el País Vasco y se ha dado cuenta de que no tiene este trato privilegiado. ¿Es cierto que está infrafinanciada?
R. En comparación con el País Vasco y Navarra, claro que Cataluña está infrafinanciada, lo mismo que ocurre con el resto de comunidades. Pero si miramos sólo las comunidades del Régimen Común, no hay ninguna forma de ver que Cataluña esté infrafinanciada respecto a la media. Podemos discutir si debería recibir 500 millones de euros más o menos, pero en términos generales, Cataluña recibe 3.800 euros de financiación por habitante y la media nacional es de 3.400 euros. Es verdad que Cataluña tiene los Mossos d'Esquadra y las prisiones, que hacen que necesite unos 200 euros más por persona.
"No hay ninguna forma de ver que Cataluña esté infrafinanciada respecto a la media"
Un cálculo que hacemos en el libro es: si Madrid tiene seis y pico millones de habitantes y Cataluña tiene siete, cogemos cada gasto de Madrid y lo multiplicamos por la razón entre siete sobre seis para que quede exactamente. El resultado es que con la población de Cataluña, Madrid se gastaría 32.000 millones al año y Cataluña se gasta 47.000 millones. No es que Cataluña esté infrafinanciada, es que se gasta 15.000 millones más cada año. Y se lo gasta en cosas que son sensatas, como tener mejor educación. A mí me parece muy bien, pero si una comunidad gasta más en Educación, que se lo pague ella. Pues muy bien. Si a todos nos gusta tener mejor educación pública, pero te la tienes que pagar tú. Y si lo que quieren los catalanes es que, por ser más ricos, quieren una Educación y Sanidad mejor que en Extremadura, que lo digan: "Soy más rico que los extremeños y me merezco tener mejor Sanidad y mejor Educación".
P. ¿Detrás de este nacionalismo fiscal hay falta de solidaridad?
R. Por supuesto. El problema del argumento de la falta de solidaridad es que un catalán puede decir: yo no considero que los extremeños sean mi nación, entonces ¿por qué tengo que redistribuir mi renta? Ante eso, como economista, no puedo decir nada. Es una posición propia y perfectamente legítima. Pero que lo digan abiertamente. Y, en ese caso, vayamos a preguntarle al Partido Socialista Obrero Español o al Partido Comunista de España, por qué les parece fenomenal que un extremeño tenga peor Sanidad. En ese sentido, me parece más honesto Aliança Catalana que los Comuns.
P. Uno de los argumentos de los independentistas es que llevan 40 años redistribuyendo hacia comunidades en las que hay ineficiencias y que no han conseguido completar la convergencia en términos de PIB per cápita.
R. Es un argumento que comparto un poco. Creo que el sistema tendría que reorientarse un poquito a dar más incentivos a los territorios. Si una CCAA no es capaz de converger, tiene que asumir participar de esta pérdida. Pero esto se puede corregir sin necesidad de volatilizar el sistema. Por ejemplo, si me dice: Asturias tiene que empezar a pagar las consecuencias de su nefasta política económica. Pues sí, es verdad. Se puede mejorar el sistema, pero lo importante es que es sensato.
P. ¿Cómo ve la competencia fiscal a la baja entre comunidades autónomas?
R. Aquí hay dos maneras de pensar sobre este tema de una manera y hay días que cambio de idea de la noche a la mañana. Hay algunas veces que me levanto por la mañana y digo "esto de la competencia fiscal solo genera problemas y resentimiento, vamos al sistema alemán en el que el IRPF es igual para todos". Esto permitiría ver a la gente que la razón por la que Madrid está creciendo no tiene nada que ver con que el IRPF sea un poco más bajo. Pero, por la tarde me digo bueno, entonces, ¿cómo generas incentivos a que las comunidades tengan buenos comportamientos económicos? No sé cómo hacer la cuadratura del círculo. Pero me niego en rotundo a emplear la expresión "dumping fiscal". Las diferencias de impuestos entre Ginebra y Zurich son muchísimo más grandes que las que existen entre Madrid y Barcelona y a nadie en Suiza se le ocurre decir que su hija está haciendo dumping fiscal.
P. ¿Qué opina de la descentralización de España?
R. Soy relativamente favorable a la descentralización y creo que un grado de descentralización alto es positivo para España. Pero creo que en España hemos llegado ya a un nivel de descentralización donde pasos adicionales empiezan a ser negativos. Piensa esto como una especie de curva de Laffer, pero de nivel de descentralización. Al principio, te vas haciendo mejor por la descentralización, por ejemplo, gestionar la Sanidad a nivel estatal sería un caos. Pero este proceso tiene un punto máximo de la curva y después empiezas a ir hacia abajo. Yo creo que ya estamos yendo hacia abajo, creando más problemas de fragmentación del mercado interno y dejando al Estado sin margen de maniobra. Después de pagar las pensiones, las transferencias a las comunidades autónomas y los intereses de la deuda, al Estado apenas le quedan 50.000 millones para todos los demás gastos.
"Cierto grado de descentralización alto es positivo para España"
P. Por ejemplo, no tiene capacidad para invertir.
R. Lo vimos en la dana o con el apagón. Simplemente no hay capacidad de reacción porque te has quedado sin ella. Ahora mismo, sólo uno de cada seis empleados públicos en España trabaja para el Estado. Y de estos, la mitad son policías y militares.
Por ejemplo, "el gasto en política exterior de la Generalitat es de 72 millones, frente a menos de 4 millones en Madrid". También se detectan partidas dudosas como pensiones autonómicas —a pesar de que no tienen transferidas las competencias—, que sirven, por ejemplo, para financiar generosas jubilaciones a expresidentes autonómicos. Resumiendo: Cataluña no recibe menos: gasta más. No tiene un problema de ingresos, sino de gastos", sentenció.
Ahondando en su discurso, el economista calificó el sistema foral como un "tumor" que genera "envidia institucional" entre otras regiones. Frente a la narrativa del "España nos roba", Fernandez Villaverde lanzó una provocadora síntesis: "No es España, es Bilbao…". En esta línea, defendió que el pacto PSC-ERC para avanzar hacia una financiación "singular" para Cataluña se debe interpretar como un intento de replicar los privilegios existentes en el caso vasco. "Claro que no lo van a llamar ‘cupo catalán’, lo llamarán ‘financiación singular’ para que los periodistas piquen", ironizó.
Sin embargo, en opinión de JFV, riesgos de un escenario así son enormes. Desde una fragmentación de la Agencia Tributaria y pérdida de eficiencia recaudatoria, hasta conflictos constitucionales y con la UE. Y todo ello, para obtener —en el mejor de los casos— 3.000 millones netos, que previsiblemente se irían diluyendo conforme desaparezca la "cuota de solidaridad".
Cataluña sufre un problema estructural de crecimiento económico, pero, según el autor, este no tiene nada que ver con su financiación, sino con décadas de malas decisiones económicas. "Las élites catalanas quieren hacer creer que el problema es el sistema fiscal, pero esto no es más que una excusa para no afrontar sus errores y seguir transfiriendo la factura de construir su protoestado al resto de España, para que otros sean quienes lo paguen", apuntó.
Las críticas de Francisco de la Torre
Francisco de la Torre complementó el análisis técnico y teórico que formuló Jesús Fernández Villaverde con una defensa de la racionalidad económica frente al avance de privilegios fiscales. Desde su doble condición de economista y político, el ex diputado de Ciudadanos recordó que la fragmentación económica y tributaria conduce inevitablemente a un menor crecimiento.
"Cuando se busca extender el sistema foral, no se está apostando por la eficiencia ni la equidad, sino por institucionalizar el privilegio", explicó. En su opinión, un sistema de financiación puede ser federal y racional —como ocurre en Alemania—, pero lo que se está proponiendo para Cataluña reproduce un modelo confederal fallido, más parecido a la Unión Europea, que funciona sin poder fiscal real.
Denunció la opacidad del cupo vasco —"el secreto mejor guardado de la democracia"— y demostró, con datos, que comunidades como Navarra dependen en gran parte del ajuste de IVA financiado por el resto de españoles. "No es un sistema de riesgo propio: es un sistema en el que los demás te ingresan", afirmó.
De la Torre defendió que el sistema actual del régimen común no es perfecto, pero ha sido una historia de éxito relativa, al permitir financiar educación y sanidad. El problema, advirtió, es que la presión demográfica por el envejecimiento hará crecer el gasto público, especialmente en pensiones y dependencia. Y si las comunidades forales no asumen sus déficits de pensiones, la brecha de financiación entre regiones se volverá insostenible.
Desde el punto de vista democrático, denunció la asimetría en la representación: "Los diputados forales no están sometidos a las decisiones del Congreso, pero sí pueden decidir sobre impuestos que afectan a todos". Propuso, al menos, una auditoría independiente del cálculo del cupo: "Si de verdad creen en el sistema, que lo abran a luz y taquígrafos".
https://elpais.com/autor/jesus-fernandez-villaverde/
https://www.elconfidencial.com/autores/jesus-fernandez-villaverde-4039/
https://blogs.elconfidencial.com/economia/la-mano-visible/2024-11-09/concierto-para-cataluna-iii-voladura-sistema-financiacion-autonomico_3997950/
https://blogs.elconfidencial.com/economia/la-mano-visible/2024-09-27/concierto-cataluna-atraccion-fatal-regimen-foral_3969970/
https://www.elmundo.es/opinion/luces-para-la-constitucion/2025/05/23/68304d29fdddffc1128b45ae.html
La economía sumergida es inferior en Euskadi que en el resto del Estado.
https://www.youtube.com/live/NdQ1HFliI0Q?si=TjK1gKFvZiJn6esM
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